Necesaria investigación que ofrece una visión alternativa ante uno de los nuevos medicamentos de prevención del VIH más popularizado últimamente, conocido como PrEP.
No tiene ningún sentido ni es justificable desde el punto de vista de la salud pública, determinar y señalar previamente a un sector de la población sano y exponerlo al tratamiento con la PrEP para prevenirle de una probabilidad de infección por VIH, porque se dice que están en alto riesgo por su forma de mantener relaciones sexuales, existiendo ya medidas más eficaces disponibles, seguras y accesibles, teniendo en cuenta el daño seguro y previsible al que se va a ver sometida su salud y su vida, y habiéndose demostrado además que la PrEP no es eficaz, ni segura, ni necesaria.
No hay dudas de que hay intereses creados entorno a la posibilidad de que la PrEP sea financiada y cubierta por nuestro sistema sanitario público, pero ninguno motivado por el interés general de la salud pública ni de la salud de las personas a quienes va dirigida: por un lado está el lobby pro-PrEP de la industria farmacéutica, apoyado en políticos que aprovechan la ocasión de lo ‘políticamente correcto’ para lavar su imagen, y por otro, un sector concreto de la comunidad de hombres homosexuales que usan el argumento de la prevención de la infección por VIH para sensibilizar a la opinión pública, pero que en la práctica el uso va a ser para sustituir el condón por la PrEP en sus relaciones sexuales, contraviniendo las propias advertencias para un uso adecuado y “eficaz” de la PrEP.
Aviso: Esta información no tiene la intención de sustituir el consejo médico, que sólo se puede obtener acudiendo a su médico o profesional de confianza.